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por: Cortesía.
Publicado:
Jueves 22 Febrero de 2018.
Opinión - El
primer mandatario sucumbió a lanzar rollos de papel en un refugio.
Creditos:
José Ramón Rivero.
Llama
la atención que estos llamados estén liderados por países que no
tienen ninguna moral en este sentido
EEUU
y la UE han planteado que están listos, dispuestos y prestos a abrir
canales humanitarios en la República Bolivariana de Venezuela,
apalancados frente a una gigantesca campaña internacional y nacional
que pretende mostrar que en este país hay una hambruna generalizada
y una mengua de atención sanitaria de dimensiones epidémicas.
Llama
la atención que estos llamados estén liderados por países que no
tienen ninguna moral en este sentido. En el caso del país del norte
es necesario señalar la gran ayuda humanitaria que requirió Nueva
Orleans después de sufrir el impacto del huracán Katrina. La
respuesta de la gestión gubernamental fue tardía, poca y una vez
clausurada la emergencia se dejó a los habitantes de tan
espectacular y peculiar ciudad, con una de las diversidades
culturales más prolíficas de los Estados Unidos, a la buena de la
naturaleza; Son testimonio aún vigente de lo corto y mezquino de lo
que significa ayuda humanitaria en la Casa Blanca, para con sus
conciudadanos.
Si
se considera que este ejemplo es muy lejano, se puede recurrir a uno
más actual y no menos dramático; es el caso de Puerto Rico, con sus
pobladores abandonados prácticamente a su suerte. El primer
mandatario sucumbió a lanzar rollos de papel en un refugio… mucho
gesto y poca ayuda.
El
discurso de ayuda humanitaria también llegó a Siria, Libia e Irak.
En estos casos la experiencia ha indicado que de humanitario no hay
nada, por el contrario lo que si hay es mucha ayuda bélica para
derrocar gobiernos. Pocos alimentos y tantas bombas podría ilustrar
el drama de estas naciones que sufrieron en carne y vidas propias,
las caricias del pandemónium gringo que han desatado en el medio
oriente.
Los
gobiernos europeos también claman por un canal humanitario en
Venezuela. Frente a eso planteamos que toda la “ayuda” en comida,
abrigo, agua potable, escolaridad y trabajo que tiene “reservada”
para nuestro país se la dediquen a los inmigrantes que desde África
y el Cercano Oriente cruzan en barcazas de mala muerte el mar
Mediterráneo (lo de mala muerte no es simbólico ni retórico). Los
inmigrantes que logran cruzar deambulan por Europa, a pesar de
promesas no cumplidas de trato en condiciones de dignidad.
Hace
poco se coló un titular mediático que daba a entender que Rex
Tillerson anunciaba una gira por América Latina para ganar apoyos a
una posible invasión. No dijo eso, aunque su planteamiento fue igual
de grave, porque emplazó abiertamente a los militares venezolanos
para que dieran un golpe de estado.
Pero
no me quiero extender en las desviaciones antidemocráticas de este
personaje, quisiera terminar este artículo manifestando el dolor
profundo y la indignación a mares que me produjo la lectura de
twitters de venezolanas y venezolanos, muy minoritarios y muy
cobardes, que aplaudieron con idiota frenesí la posibilidad de una
intervención militar gringa. En esos textos de redes sociales,
fruncían el verbo recomendando a las tropas gringas que dejaran caer
comida y medicamentos en zonas militares del país y que ello
generaría una rendición masiva e incondicional de nuestras tropas.
También especulaban como Teletubis que las mujeres en Venezuela
esperaban a los gringos para llenarlos de besos, abrazos y “selfis”,
con una burda carga machista de cliché hollywoodense de Segunda
Guerra Mundial.
Se
puede escribir y decir mucho de este tipo de apreciaciones, es
lamentable que operaciones de carácter psicológico hayan llevado
una parte de los venezolanos a preferir una invasión sin tener claro
las consecuencias de ésta. Es preocupante que tanto tiempo en las
redes no les haya dado por investigar los terroríficos resultados en
muertos, heridos y mutilados en tantas partes del mundo, en donde los
gringos han llegado cargados de mucha “ayuda humanitaria”.
En
realidad quienes escribieron estas barbaridades en las redes sociales
son profundamente desconocedores de la valentía de las tropas de
nuestro país; son profundamente desconocedores de la fuerza
indoblegable de las mujeres venezolanas, seguro estoy que ante
cualquier invasión extrajera, las FANB y las mujeres en general no
van a recibir a nadie con besitos, ni abrazos y mucho menos con
selfis faranduleros.
Nosotros
no necesitamos ayudas humanitarias, lo que exigimos es que permitan
al país comprar los alimentos y medicamentos que necesitan los
venezolanos y venezolanas, sin que bloqueen a los proveedores y a los
barcos que los traen. @joseramonrivero
Fuente:
Diario PRIMICIA.
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