jueves, 22 de febrero de 2018

Que nadie se equivoque.


Publicado: Jueves 22 Febrero de 2018.
Opinión - Teniendo cada vez más consciencia de nuestro valor y nuestro ser venezolano pues no hay revolución verdadera sin profunda revolución cultural.
Créditos: Mariadela Villanueva.

Jugar con las reglas del juego es no entender la particular expresión de la lucha de clases en nuestro país dependiente y petrolero

Jugar con las reglas del juego es no entender, o no querer entender, que Venezuela está inserta en una feroz lucha de clases mundializada que implica -además de la transnacionalización de la propiedad privada de los medios de producción, de los medios de intermediación financiera, del poderío militar y de la cultura conexa- la transnacionalización del poder político y, por ende, la desaparición de los Estados Nación.

Jugar con las reglas del juego es no entender la particular expresión de la lucha de clases en nuestro país dependiente y petrolero. Es no identificar ni caracterizar debidamente al enemigo. Es confundir la lucha de clases con un enfrentamiento entre buenos y malos, entre el chavismo y la MUD, etc. Es enmascarar la lucha entre “revolucionarios” y dentro del propio chavismo.

Jugar con las reglas del juego es no valorar la amenaza que representan para el proyecto privatizador mundial, un Gobierno democrático administrador de nuestro gigantesco patrimonio petrolero-minero y un pueblo decidido a llevar a cabo una revolución pacífica.

Jugar con las reglas del juego es alejarse de la meta revolucionaria resumida por Víctor Jara como: voltear la tortilla para que los pobres coman pan y los ricos mierda, mierda.

¿Cómo contribuir a voltearla nosotros los de a pie en la situación que estamos viviendo?

Tomando cada vez más consciencia del berenjenal en que estamos metido y poniendo, hasta donde es posible, las reglas del juego al servicio de nuestro.

Llamando a votar y votando por Nicolás Maduro en las próximas elecciones para dar continuidad al proceso. Para poder exigir y participar en la definición de las nuevas reglas de juego.

Utilizando todos los canales posibles de comunicación para mantener informados a los pueblos hermanos, especialmente los vecinos, a fin de multiplicar sus manifestaciones de solidaridad y su apoyo.

Teniendo cada vez más consciencia de nuestro valor y nuestro ser venezolano pues no hay revolución verdadera sin profunda revolución cultural. Eso sí, teniendo siempre presente las palabras de los Comandantes Fidel y Chávez:

“Que esta (lucha) tenga lugar por cauces pacíficos o que nazca al mundo después de un parto doloroso, no depende de los revolucionarios; depende de las fuerzas reaccionarias de la vieja sociedad, que se resisten a dejar nacer la sociedad nueva engendrada por las contradicciones que lleva en su seno la vieja sociedad”.

“Que nadie se equivoque, esta revolución es pacífica, pero armada…

Fuente: Diario PRIMICIA.

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